domingo, 18 de enero de 2015

Formación básica I : Modos y relaciones de producción


"Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda vuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad de todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda vuestra fuerza" Antonio Gramsci



Modos y relaciones de producción históricos

El primer sistema económico o de producción tuvo lugar en la llamada comunidad primitiva, en la cual las pequeñas comunidades de humanos estaban agrupadas y todos tenían acceso a sus medios de producción, como podían ser herramientas de caza, y el producto de su trabajo era repartido entre sus miembros.

En esta comunidad primitiva el desarrollo de las fuerzas productivas era sumamente escaso, el individuo no podía vivir aislado y por ello se ve obligado a trabajar y vivir en común con los demás, es característico de este sistema el reparto de las tareas y las posibilidades de decisión de toda la tribu en su conjunto.

Dentro de este período distinguimos dos etapas. La primera es en la que la actividad de los hombres es coger los productos que la naturaleza les da sin más es decir coger vegetales y cazar animales. La segunda etapa incluye la domesticación de los animales para uso humano.

Desde el momento en que se desarrolla la ganadería y la agricultura, se produce la primera gran división social del trabajo, al separarse las comunidades ganaderas de las que se van a dedicar a la agricultura.

Posteriormente, dadas las exigencias de la agricultura, que impedían que los grupos fueran nómadas, se formaron las aldeas y los poblados.

La implementación de la agricultura en la sociedad generó excedentes en las comunidades, y con ello la necesidad de nuevas y mejores herramientas para el uso humano. Esto da lugar a la necesidad de oficios como la alfarería o la forja de metales por la necesidad de herramientas más especializadas y de armas, lo que impulsa la utilización de ciertos metales.

Aparecen de esta forma los oficios, separando esta producción de la agricultura, lo que produce la segunda gran división social del trabajo.

Los excedentes de cada comunidad se intercambiaban con los excedentes de otras comunidades, pero al desarrollarse la segunda división del trabajo, se desarrolló el intercambio y aumentaron los excedentes, lo que dio origen a un estamento social situado entre vendedores y compradores, la clase de los mercaderes. Estos se dedicaban al intercambio de productos, pero no a producirlos, lo que supuso la tercera gran división social del trabajo.

A modo de conclusión del primer modo de producción, denominado comunismo primitivo, podemos concluir que:
● Por un lado, en el comunismo primitivo tanto la propiedad sobre los medios de producción como sus productos son sociales, es decir, las herramientas de producción pertenecen a la sociedad en su conjunto, toda la sociedad trabaja, y toda ésta recoge los productos.

● La contradicción en este sistema se genera con el desarrollo de las fuerzas productivas y la innovación en la técnica al aparecer la agricultura, la ganadería, y el comercio primitivo, que posteriormente hace surgir la propiedad privada sobre los medios de producción, al acumular los beneficios que se obtenían del comercio por parte de una clase social que no producía, los mercaderes.

● La producción de excedentes, la producción de medios de producción mas avanzados y la innovación en la técnica, generaron en las sociedades la propiedad privada, y la sociedad que hasta el momento había sido matriarcal, puso al varón en la necesidad de transmitir esa propiedad privada a su descendencia que, en la anterior forma de sociedad, no podía reconocer, ya que la poligamia estaba extendida. Esto produjo un desvío a la sociedad patriarcal, que ha durado hasta nuestros días, y que, precisamente, tuvo su origen en éste punto.

El segundo modo de producción que surgió fue el esclavismo, que permitía la posesión de personas para satisfacer o incrementar la riqueza de su poseedor, y reequilibrar el aumento de trabajo producido por la división de éste.

Comenzaron entonces a producirse guerras, que proporcionaban a los vencedores un gran número de esclavos, de ésta forma, se llega a convertir en la actividad indispensable de la nueva forma económica de la sociedad. Gracias a lo que se llega a un punto en el que la mayor parte del trabajo productivo es realizado por esclavos.

Este nuevo modo de producción se resumiría en grandes terrenos de trabajo, donde los esclavos trabajan y los esclavistas tienen la propiedad tanto de la tierra, como del producto y del productor, puesto que los esclavos no eran trabajadores libres, sino mera posesión de los esclavistas y medios de trabajo.

Esto da lugar a que los esclavistas se dedicaran a comprar, explotar y vender esclavos, convirtiéndose en el negocio más lucrativo de la época. Lo que impulsaba aún más las guerras para capturar más esclavos.

Al margen de los esclavos y esclavistas, se encontraban los pequeños campesinos, que tenían pequeños terrenos en propiedad privada donde trabajar la tierra, de sus beneficios pagaban los tributos al Estado, que era una estructura mediante la cual se organizaba a la sociedad creciente, y solían abarcar las filas del ejército. Llegó un momento en que las grandes contradicciones entre estas clases antagónicas enfrentan a esclavos y esclavistas.

En este momento, en el que controlar y oprimir a los esclavos era cada vez más difícil, se tenía que invertir más en el ejército y en proteger al Estado, la situación hizo que ya no saliera rentable el esclavismo y, dada la evolución de las fuerzas productivas y sus intereses, se llegó al siguiente modo de producción.

Como todo modo de producción, según se van desarrollando las fuerzas y las herramientas productivas, en este caso el aumento de esclavos y de sus condiciones precarias, conduce a dicha sociedad a la descomposición, momento en el que la clase oprimida protagoniza una revolución que le lleva al poder. En el caso de la sociedad esclavista, la descomposición de estos Estados primitivos permitió que los pueblos bárbaros pudieran destruir al imperio romano y conquistar sus tierras.

Así, como conclusión del modo de producción esclavista tenemos que:
● Se genera una gran contradicción; la propiedad privada de los medios de producción, pero fuerzas productivas sociales, es decir, trabajan los esclavos para mantener a los esclavistas.

● Esto genera un desarrollo de las fuerzas productivas, puesto que cada vez hay más esclavos en la sociedad.

El desarrollo de las fuerzas productivas culmina con la revolución y el derrocamiento de los esclavistas, ello produce la descomposición del régimen y los pueblos bárbaros destruyen el imperio romano, conquistando sus tierras y llegando al siguiente modo de producción, el feudalismo.

Aparece así el señor feudal, dueño de la tierra o feudo, el campesino que la trabaja y los siervos de la gleba que están ligados a ella. Estos tienen que trabajar la tierra del señor, producirle indumentario, muebles, calzado, y los excedentes que el siervo produzca en el ejercicio de su trabajo se dedicaba a su consumo o, en su defecto, para el comercio. Esto hizo que llegaran a desaparecer las divisiones del trabajo entre la artesanía y la agricultura.

Este sistema supone un avance respecto al esclavismo, puesto que el siervo se queda con lo que le sobra después de pagar su renta al señor, lo que crea al siervo cierto interés en aumentar la producción para así conseguir excedentes, entonces se preocupa por mejorar y trabajar más. La gran mejora que supone es que se abole la propiedad sobre las personas.

Las contradicciones principales del feudalismo son las relaciones de vasallaje entre los siervos y los señores, el siervo trabaja y mantiene al señor y a toda la nobleza, que es una clase parásita que mantiene su poder mediante la fuerza y la opresión.

La iglesia ejercitó un importante papel para mantener el orden feudal mediante la fe y la conciencia de que el orden jerárquico era natural y divino, de ésta forma, el siervo no tenía más que conformarse con lo establecido, llegando a ocurrir que fueran los mismos siervos quienes ejercieran un control entre ellos mismos, es el primer acto que se conoce de la iglesia como medio "alienante”.

A medida que se desarrollaba el feudalismo se generó una nueva división del trabajo en forma de artesanía. Este nuevo sector se congregó en gremios que defendían unos mismos intereses en el sector, y lo regulaban fijando unos precios y unos impuestos comunes a todos.

Esta nueva actividad económica atrajo a la gente a mudarse de la aldea a la ciudad, generando lo que se llamó burgos, ciudades. Aquí, y a medida que crecieron los talleres artesanales, se desarrolló una nueva clase social, la burguesía, encargada del comercio. Esta nueva clase comenzó a acumular beneficios, quitando el poder económico de la mano de la nobleza, pero dejándoles el poder político. Esta gran contradicción, el hecho de que los medios de producción siguieran en propiedad de la nobleza, pero fueran los burgueses y los siervos quienes trabajaban, llevó a esta nueva clase social a querer ostentar el poder político y social en el nuevo régimen.

De esta manera, el poder de la burguesía fue creciendo hasta el momento en que no solo se desarrollaban los gremios, sino la imprenta y diversas ramas de la industria primitiva. También surgieron en esta época algunos intelectuales, todos burgueses, que formularían las ideas de la Ilustración, encarnando los valores burgueses. Ello supuso un aumento de las fuerzas productivas, factor que llevó al feudalismo a su descomposición.

La aparición de nuevas ideas renovadoras de mano de los burgueses puso en pié a toda la clase social en una lucha encarnizada por el poder contra la nobleza, lucha que se sentenció con la Revolución Francesa en 1787. Con este hecho histórico se fragua el nuevo cambio en el modo de producción, desaparece el feudalismo para dar lugar al capitalismo.

A modo de conclusión, podemos resumir las características del feudalismo en los siguientes puntos:
● Tras la desaparición del esclavismo y la imposición del régimen feudal se generan los siervos, que no son propiedad del señor feudal, sino que trabajan para él y los excedentes les pertenecen.

● Con el desarrollo de las fuerzas productivas y las herramientas de producción, se generan excedentes que se dedican al comercio. Además surgen los gremios que congregan los talleres artesanales.

● A raíz de esto surge una nueva clase social, la burguesía, que empieza a acumular el poder económico y a sufrir en sus carnes las contradicciones del sistema.

● El hecho de que los medios de producción pertenezcan a la nobleza pero el trabajo lo desempeñen las clases populares y la burguesía hacen surgir ideas reivindicativas que culminan en la revolución francesa con la abolición del feudalismo y la aparición de un nuevo modo de producción, el capitalismo.

Gracias a la victoria de la burguesía sobre su clase explotadora, la aristocracia, se produjo un cambio en el modo de producción, se impuso el capitalismo. Con esto vino la Revolución Industrial, que supuso un paso importantísimo en la técnica del trabajo. Desaparecieron los talleres de manufacturas y se extendieron las fábricas, que permitían la producción de un gran volumen de productos.

Durante estos primeros pasos del capitalismo, se encontraron ciertas barreras que los burgueses debían superar para poder desarrollarse como tales, que era la de poder contratar mano de trabajo libre, en el sentido de que no estuvieran sometidos como posesión a ninguna otra persona, y en el sentido de que no tenían trabajo. Por ello, durante esta época se produjeron saqueos y se destruyeron las propiedades privadas de los pequeños campesinos, los cuales fueron expoliados y se vieron forzados a vender su fuerza de trabajo a los que habían causado su tragedia. De esta forma, y durante muchos años, se llevó a cabo esta política en varios países, de forma que la cantidad de mano de obra libre comenzó a alzarse.

La revolución Industrial no solo produjo un avance en la técnica, sino que hizo aparecer una gran cantidad de ramas industriales, la química, la alimentaria, la ferroviaria, etc. Así surgen las empresas privadas en manos de la burguesía, y aparece una nueva clase social gracias al desarrollo de los factores productivos, el proletariado, que era el obrero industrial, el encargado de trabajar en las fábricas.

Al comienzo del siglo XIX las condiciones eran tan sumamente precarias que era normal encontrar obreros trabajando 14-16 horas por salarios que permitían exclusivamente mantener vivo al obrero para que volviera a trabajar al día siguiente. El objetivo era mantener al obrero con vida para que pudiese seguir trabajando, no mejorar su calidad de vida. Por otro lado, se solían contratar a niños y mujeres, quedando el hombre adulto (entiéndase mayores de 16 años para la época) muchas veces en paro, lo que generaba ingentes concentraciones de sin techo a las afueras de las ciudades.

Además del obrero industrial continuó desarrollándose la agricultura y la ganadería, en manos de los campesinos, antes siervos, que pasaron a ser pequeños propietarios que vendían los excedentes de sus producciones a la burguesía, que luego ésta vendía a la sociedad, motivo por el cual no notaron tanto la opresión del régimen capitalista.

Con la evolución de este nuevo modo de producción se siguieron desarrollando las contradicciones inherentes a este nuevo sistema, fundamentalmente la propiedad privada de los medios de producción en manos de la burguesía, y la exclusividad de la producción en manos de los obreros, y, en menor medida, de los campesinos. La opresión que la clase obrera sufría se acentuaba cada día, por lo que hizo aparecer el movimiento obrero, en un primer lugar en manos de anarquistas y posteriormente, con la aparición del marxismo, con comunistas.

El desarrollo tan exponencial produjo, por un lado, la acumulación de capitales en manos de los burgueses, que cada vez iban concentrando más poder económico en sus manos, y por otro lado, el aumento de las fuerzas productivas, ya que al crecer las fábricas se necesitaban más obreros. Podemos observar cómo el propio capitalismo generaba a su sepulturero, la clase obrera.

Fue con el auge del marxismo a finales del siglo XIX, con la fundación de La Internacional y el trabajo de sus creadores, Marx y Engels, cuando las grandes masas de obreros cansados de la explotación capitalista se comenzaron a organizar en huelgas, sindicatos, e incluso partidos políticos.

A pesar de que la libre competencia y el libre cambio eran las consignas de los burgueses en cuanto a la empresa privada, el propio desarrollo del capitalismo, que llevó a la concentración de capitales en manos de unos pocos grandes empresarios industriales permitieron que se constituyesen monopolios en forma de cartels y trusts para someter a su control ramas industriales enteras. De esta manera, no es raro encontrar en los años 1890 cómo el 1% de las empresas controlaban el 75% de la fuerza eléctrica en un determinado sector, o cómo de un determinado flujo de capitales más del 80% estaba controlado por un puñado de grandes empresarios.

De esta gran cantidad de capital surge el capital financiero, ya que es natural que este dinero tenga que guardarse en algún lado. El antiguo papel de los bancos, que no era más que ser intermediarios entre la burguesía y sus negocios, adquirió una nueva importancia al verse con todo el capital de los monopolios industriales. El desarrollo de los bancos y su capital financiero dio lugar a los créditos y demás servicios que ponen a los monopolios industriales bajo el control del capital financiero, ya que las empresas requerían de créditos para poder desarrollarse, quedando endeudadas. Con esto se constituyen los monopolios financieros, llegando al punto de que una docena de bancos europeos y americanos controlaban la totalidad de los monopolios industriales, pasando del original capitalismo al imperialismo, que tiene vigencia hasta nuestros días.

En definitiva, podemos resumir las propiedades del capitalismo en los siguientes puntos:
● Por un lado, se impone la propiedad privada de los medios de producción en mano de la burguesía, mientras que la fuerza productiva está constituida por la clase obrera.

● Los obreros se ven obligados físicamente a vender su fuerza de trabajo a los burgueses, pues si no, no pueden comer, de esta manera, aunque no siendo una esclavitud primitiva, es una esclavitud económica completa, lo que hace totalmente dependiente al obrero del empresario.

● Los burgueses y grandes empresarios, cuya aspiración es el aumento de beneficios, van haciendo disminuir los salarios de los obreros al mínimo posible y precarizan sus condiciones, mientras que acumulan en sus manos grandes cantidades de capital.

● La libre competencia de los orígenes lleva, paradójicamente, a los monopolios industriales a medida que crecen las grandes empresas y se asocian a otras para eliminar competencia.

● La necesidad de estas empresas de guardar sus capitales hace aparecer el capital financiero, que transforma los depósitos pasivos de las industrias en activos mediante la concesión de créditos, con lo que somete a su poder a toda la industria, formando los monopolios financieros, y llegando a la fase superior del capitalismo, el imperialismo.

● La agudización de la lucha de clases entre clase obrera y burguesía lleva al desarrollo del movimiento obrero, estructurado en torno a las ideas anarquistas y marxistas, fundando diversas internacionales.



Comité Estudiantil de Resistencia
18-01-2015

viernes, 16 de enero de 2015

Comunicado por el caso "Alfon"

Alfonso Fernández Ortega de 23 años, más conocido popularmente como “Alfon” fue detenido durante la huelga general del 14 de noviembre de 2012, víctima de un montaje policial fue acusado de tenencia de explosivos, encarcelado durante dos meses en régimen de F.I.E.S salió de la cárcel el 9 de enero de 2013. Este pasado 27 de noviembre de 2014 tuvo lugar el juicio definitivo por el que le pedían cinco años y medio de prisión acusado de terrorismo, juicio-farsa sin pruebas demostrables ante la ausencia de huellas y ADN de Alfon en el supuesto artefacto explosivo que la policía encontró cerca de él. Finalmente han decidido declararlo culpable e imponerle una pena de 4 años de prisión.

Alfon no es más que la cabeza de turco utilizada en este giro y viraje represivo y derechista que el Estado Español está protagonizando ante la creciente concienciación y organización de la clase obrera y las masas populares, desde el ejemplo de castigo nos quieren trasmitir un mensaje claro, que es el intento de infundir el miedo a represalias judiciales para todo aquella persona que reivindique algún derecho social, económico o político contrario al los intereses del régimen español. Todas estas maniobras no demuestran sino la cada vez más debilidad de las clases adineradas y pudientes de mantener su orden político y su poder sobre la inmensa mayoría de los pueblos de España.

Pero Alfon no es el único caso de activista político represaliado y encarcelado, en el Estado Español actualmente hay una larga lista de presos antifascistas de diferentes organizaciones políticas cumpliendo condena por multitud de diversas razones que todas desembocan en una sola causa, el activismo político.

Llamamos a que la solidaridad activa, arma de la clase obrera y principal característica del verdadero antifascismo recaiga no solo sobre Alfon, sino sobre todos los presos políticos, llamamos a romper con todos los esfuerzos posibles la “solidaridad selectiva”, cuando se trata de un represaliado de nuestra clase, no existen siglas que nos dividan, ni siquiera existen fronteras, hacemos nuestros a todos los presos políticos tengan o no afinidad ideológica, creemos que es una obligación y un deber de todos aquellos que se asientan en el campo revolucionario, que se declaran democráticos y progresistas.

No veamos cada golpe que el estado nos dé como una derrota, sino veámoslo como una victoria, veámoslo como un terreno que hemos conquistado, con cada represaliado de los nuestros, más jóvenes abrirán los ojos, mas obreros conscientes se organizarán y más estudiantes hablarán y propagarán.

Denunciemos con todas nuestras fuerzas la situación en la que se encuentran los presos políticos en las cárceles españolas, las continuas torturas y vejaciones a las que son sometidos, la continua desatención medica que los lleva a contraer importantes enfermedades y a la muerte, a la dispersión y al aislamiento social con el fin de doblegarlos, someterlos y minar nuestro ánimo, lo dijo Alfon; ‘Si lucháis, no me hundo’, de nosotros depende romper su aislamiento, de nosotros depende sus condiciones carcelarias y su libertad.

Animamos a todos los estudiantes y a todos los jóvenes de Córdoba a sumarse a la campaña del Bloque Joven de nuestra ciudad por la libertad de Alfon en la que nosotros participamos activa y orgullosamente, a denunciar el caso de los presos políticos, a propagar boca a boca su situación y hacerla visible, a organizarse y ejercer mediante todos los métodos a nuestro alcance una consecuente presión sobre el gobierno, a la unidad cada vez más sólida entre toda la juventud, a la solidaridad en definitiva. Hoy ha sido Alfon, mañana podemos ser cualquiera de nosotros, nadie estamos a salvo de la violencia y el terrorismo del Estado Español.

Adoptamos como propias todas las consignas de libertad y animamos a su propagación. 
¡Rompamos las cadenas que nos oprimen! ¡Viva la solidaridad!



¡ALFON SOMOS TODOS! ¡LIBERTAD Y RETIRADA DE CARGOS A TODAS LAS PERSONAS REPRESALIADAS POR LUCHAR! ¡LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS!

LA HUELGA ES UN DERECHO FUNDAMENTAL DE LA CLASE TRABAJADORA.

NO MAS DETENCIONES NI ENCARCELAMIENTOS.

RETIRADA DE CARGOS Y ABOLICION DE SUMARIOS ABIERTOS


LIBERTAD PRESAS Y PRESOS POR LUCHAR


Comité Estudiantil de Resistencia
16-01-2015